Si te cuento de un dirigente que construye su imagen política a través de programas de televisión y del panelismo político; que acusa de ensobrados a periodistas que no comulgan con sus ideas; que tilda a casi todo el mundo de zurdos (progres); que tiene un ejército de trolls violentos y orgánicos que atacan en manada en las redes sociales; y que ve en Axel Kicillof a su principal adversario político… seguramente pensarán que me refiero a Milei, pero en realidad les estoy hablando de Guillermo Moreno.
Desde el triunfo de Milei, Guillermo Moreno consiguió trascendencia pública, ganada en buena ley por haber sido el primero en condenar la elección de Alberto Fernández como candidato de nuestro espacio allá por 2019; y por haber encontrado formas ingeniosas de referirse al ya inminente fracaso del Gobierno de Milei cuando muchos no sabían bien qué hacer ante tamaña sorpresa. Pero, muy rápidamente, dio fin a esa etapa bajo el argumento de que el Gobierno de Milei “está terminado”. Así fue que comenzó con una etapa de purga interna, una especie de cacería de brujas en la que controla el nivel de Peronismo en sangre de los dirigentes, avalado por una supuesta autoridad moral que las urnas, al menos por ahora, no expresan. De ser, por caso, el 0,7 % más ruidoso del mundo.
Con el tiempo, Guillermo Moreno comenzó a trabajar sobre la figura de nuestra máxima esperanza, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, el que fue capaz de derrotar a María Eugenia Vidal que parecía imbatible y de retener la Provincia de Buenos Aires ante la oleada libertaria. Hoy es el blanco de todas sus críticas. Acusa a periodistas de ensobrados cada vez que alguno lo critica o hace un planteo sobre sus posiciones. Ya hay muchas voces que plantean que es un doble agente, que trabaja para la destrucción del Peronismo por orden de Milei. El tiempo dirá.
La cosa dejó de ser divertida cuando comenzó a coquetear con la llegada de Victoria Villarruel a nuestras filas. A esas líneas se sumó Sergio Berni. También vienen planteando a Pichetto como alternativa a este gobierno. Parece que el termómetro de peronismo en sangre lo usan a discreción, ya que hay que recordar que Pichetto fue candidato a vicepresidente de Macri, gobierno que el propio Moreno define como un saqueo a la patria.
Pero, lo de Victoria Villarruel cruza todos los límites de lo asimilable por nuestro espacio político, por los peronistas de verdad, los que reivindicamos la lucha contra la dictadura militar, la lucha de los compañeros y compañeras que pusieron su cuerpo y sus vidas para que retorne la democracia en la Argentina. No estamos dispuestos a coquetear con ningún personaje que ose de reivindicar, exculpar o relativizar los crímenes que se llevaron a nuestros compañeros. No Moreno.
A tal punto llegó la locura de Guillermo Moreno, que dentro de los acusados de comunistas, ahora se suma Jorge Rafael Videla (!!!). Para esta afirmación, se basa en que Argentina, al vender granos a la Unión Soviética, rompió el bloqueo económico que le había impuesto Estados Unidos. Me parece estupido el solo hecho de tener que aclararlo, la dictadura Argentina estuvo enmarcada dentro del Plan Cóndor, es decir, un plan sistemático de los Estados Unidos para imponer gobiernos militares en la región. Videla desreguló la cuenta capital, abrió indiscriminadamente el comercio y destruyó la industria nacional: liberó precios a la vez que congelaba salarios y prohibió el derecho a huelga. Ahora que lo escribo, siento que se parece bastante al plan económico de Milei. Los resultados no serán muy diferentes. Lo cierto es que en esta extraña cruzada, Moreno llegó a acusar de comunista a Jorge Rafael Videla y a proponernos una reconciliación con abiertas defensoras de la dictadura militar.
Por último, en el programa Duro de Domar de ésta semana lo vimos a Moreno defender al Operativo Independencia (!!!). Su argumento es que fue un operativo de la democracia de Isabel. Lo cierto es que para esa época ya operaba la triple A y otros grupos parapoliciales que perseguían a los mismos peronistas que hoy Moreno acusa de zurdos y de progres. Es el operativo independencia el que continuó durante la dictadura militar y que tiene condenados por delitos de lesa humanidad. Es el operativo independencia el que estuvo bajo el mando del genocida Bussi.
Creo que es hora de dar ésta discusión y cortar de cuajo con éste germen de violencia -que ya se ve en sus seguidores que se expresan en redes- y de un nacionalismo-fascismo que nada tiene que ver con la tradición histórica de nuestro movimiento. No queda claro para quien trabaja Moreno, pero ésta cruzada contra dirigentes y militantes que viene desarrollando en los programas de televisión, tiene mucho olor a operación con amenaza de carpetazo.
Aunque Moreno no quiera, aunque le guste rodearse de lo más rancio de la política, aunque vea zurdaje en cualquier cosa que no se parezca a la derecha peronista más conservadora y pro sistema, hay nuevas canciones sonando por todos los rincones de la patria. Son canciones peronistas, también hay compañeros progresistas que las cantan y las acompañan. No solo las cantan sino que se las transmiten a otros. Los peronistas transformadores estamos dispuestos a compartir espacios con compañeros y compañeras de otras tradiciones. Con quienes no compartiremos espacio es con quienes reivindican a las defensoras de la dictadura militar. Con esos no.