Durante los últimos meses se habló mucho sobre las bondades o las dificultades del desdoblamiento. Desde el entorno de Cristina y la Cámpora decían que el desdoblamiento era negativo, ya que pondría el foco en la gestión de la Provincia de Buenos Aires -que evidentemente ellos evalúan que no es buena- y llevaría a perder la elección de septiembre y luego la de octubre.
Axel y los intendentes, por su parte, planteaban que el desdoblamiento iba a permitir poner en valor el trabajo realizado por el gobernador para sostener la Provincia ante los embates de Milei y sacar a relucir la excelente gestión e imagen que tienen muchos de nuestros intendentes. Esta postura primó -por suerte- y los resultados están a la vista.
En política una cuestión central es poder predecir escenarios. No para engalanarse por “pegarla”, sino porque ver escenarios antes que el resto permite diseñar estrategias más adecuadas para poder intervenir en la política del futuro. Evidentemente, Axel la vio… muchos otros y otras no la vieron.
Los manotazos de ahogado de Máximo, a pocos días de las elecciones, para romper la unidad con desafortunadísimas declaraciones en Quilmes y forzar una derrota de Axel, no fueron suficientes. En estos comicios era central acertar la estrategia: porque el peronismo se está jugando la conducción del proceso para el futuro, de cara al fracaso seguro de Milei y la necesidad de plantear una alternativa para 2027.
Las elecciones mostraron que Axel gestiona, tiene potencia electoral y también tiene la posibilidad de ver escenarios políticos. A partir de hoy, comienza una nueva etapa, una nueva estrofa de esta maravillosa canción que llevará a Axel a la presidencia en 2027.