Numerosos proyectos vieron la luz durante la pandemia, buscando adaptarse a una realidad incierta. La tienda “compañera y autogestiva” CLUM ya estaba en marcha, pero la falta de tapabocas y la necesidad de “cuidarnos entre todos” empujó el negocio. Detrás de este emprendimiento, que es creativo y sobre todo político, están sus fundadores: Pamela Sánchez Uriarte y su compañero Emanuel Iturriza.
Uno de los aspectos que distingue a la marca de otros emprendimientos es su posición política, en un contexto en el que no todos se animan a decirla en voz alta. Y en el caso de CLUM los ideales “se estampan” en cada una de sus creaciones.
“Nuestros ideales son estos y queríamos transmitirlos a través de lo que vendemos”, explica Pamela Sánchez Uriarte en esta entrevista con Nuevas Canciones.
¿Cómo surge CLUM?
PSU. Clum existía desde antes de la pandemia, nosotros estampábamos tazas o botellitas del colegio para los más chicos, también hacíamos cosas para nosotros, accesorios. Eso era una ayuda, un plus, pero estaba medio parado porque yo ya había empezado a trabajar y durante la pandemia usamos la página para continuar con el proyecto.
Cuando arrancó la pandemia, Manu, mi compañero, se quedó sin trabajo. Al principio fue “qué lindo estar acá”, pero después llegó un momento en el que ya no había un peso, entonces activamos. Empezamos con los tapabocas porque hacían falta. Yo tenía amigas que trabajaban en salud y empezamos a hacer para ellas, luego para la gente que conocíamos y gustaron. Y así empezaron a pedirnos más y más.

El gran diferencial de la marca es que las estampas tienen una postura política, ¿cómo toman la decisión de plantearlo y decir “que nos compren los que están de acuerdo y los que no, no”?
Al principio nos pasó que nos digan: “no, está muy politizado”. Pero es lo que somos. Lo bueno es que, en un punto, te relaciona con la gente que te querés relacionar. A nosotros nos abrió un mundo para conocer un montón de personas que de otra manera no hubiéramos conocido. Nuestros ideales son estos y queríamos transmitirlos a través de lo que vendemos. No pensamos nunca en algo masivo.
¿A quiénes pudieron venderle gracias a eso?
Le vendimos a Axel y a Cristina.
Y partir de ahí todos empezaron a hablar de ustedes
Fue muy loco eso, muy loco.Nosotros empezamos haciendo cosas para las chicas y en un momento fue un no parar. Eran las 5 de la mañana y estábamos cortando tela, cortando el plástico, mandando las cosas al taller. Después tuvimos más gente, porque era mucha la producción… y durante la pandemia la verdad es que ayudó a muchos a pasar el momento.
Podemos decir que CLUM une a Axel y a Cristina.
Por favor, es por ahí. Necesitamos estar todos juntos en esta, la verdad, porque hay mucha gente que la está pasando muy mal. Creo que estamos todos peor que nunca y necesitamos que se muevan de alguna manera.
¿Qué pasaría si alguien te pidiera una estampa con Milei?
Una vez me pidieron una remera de Macri y lo saqué volando. Igual siento que tampoco tienen ese fanatismo, no tienen ese orgullo por llevar una remera, no están en esa. Milei sí viene trabajando más en ese punto, pero no le queda mucho tiempo para que alguien lo defienda tanto y salga tan orgulloso a la calle.

¿Cómo produce Clum?
Nosotros no tenemos taller de remeras, pero la casa es un taller y nosotros estampamos todo. Cada remera es personalizada: el color, el talle y estampamos lo que nos piden.
¿Cuánta gente trabaja en torno al emprendimiento?
Somos un montón. Entre los que producen, los que estampan, los que ilustran y el trabajo indirecto a la fábrica que hace las remeras, la verdad es que somos un montón.
El proceso de diseño en CLUM también refleja un trabajo colaborativo
Laburamos con un montón de compañeros ilustradores e ilustradoras, yo diseño y también hay otros productos que no son nuestros, pero que los hacen compañeros. Hicimos como un grupo de laburo de muchos ilustradores que nos gustan y permite que todo tenga calidad y diferentes estilos, está buenísimo.
También se mueven por espacios que están en la misma sintonía y eso ayuda
Sí, hay un grupo muy lindo de laburo que es la Feria Peronista. Es una feria que vamos rotando. Eso también salió por la situación en la que estamos todos los emprendimientos, con muy pocas ventas, y formamos un colectivo hermoso.
¿Se vive de CLUM?
No, no se vive. Hoy es imposible vivir de cualquier manera, pero CLUM es una gran ayuda para muchos y para nosotros es un plus porque es un sueldo más.
¿Qué rol juegan las redes sociales para el negocio?
Como es algo político no hay tanto movimiento. Fueron de gran ayuda para comercializar (al principio), pero creo que ahora todo lo que tenga contenido político está teniendo un menor movimiento, como si el algoritmo hiciera algo para que aparezca menos.