*Artículo escrito por Soledad Martínez, subsecretaria de Turismo de la Provincia de Buenos Aires.

El turismo es un motor económico global, generando uno de cada diez empleos y contribuyendo significativamente al PIB mundial.

En el año 2023, la contribución de la industria turística al PIB mundial fue de unos 10 billones de dólares estadounidenses. El aporte del sector turístico se refiere al valor de los bienes y servicios producidos por las industrias relacionadas con la actividad de los turistas: alojamiento, agencias de viajes, aerolíneas y otros servicios de transporte de pasajeros, así como entretenimiento y demás sectores del ocio. La contribución del turismo al empleo, por su parte, ascendió a unos 350 millones de trabajos.

A nivel nacional, el sector de viajes y turismo en Argentina empleó a 1,2 millones de personas en 2022, lo que representó el 5,5% del empleo total del país. Se espera que para 2035 genere aproximadamente 1,3 millones de empleos adicionales.

En el contexto específico de la Provincia de Buenos Aires, el sector de hotelería y restaurantes generó 91.561 puestos de empleo registrados en 2022, una cifra que representa el 29,6% del empleo nacional en estas actividades.

El turismo en la Provincia de Buenos Aires es una actividad económica crucial, que representa la quinta actividad más importante en términos de producción y un motor clave de ingresos y empleo en muchos municipios.

Somos además, el principal destino de turismo interno del país, recibiendo sólo durante la temporada de verano, más de 16 millones de turistas.

La provincia ha demostrado un notable liderazgo en la recuperación del sector de viajes y turismo en Argentina, con un crecimiento de casi el 30% en la creación de empleos en 2022, superando incluso los niveles previos a la pandemia de 2019.

Esta concentración significativa de empleos en hotelería y restaurantes dentro de la Provincia de Buenos Aires, que representa casi un tercio del total nacional, subraya una fuerte especialización y dependencia regional de este sector. Tal situación posiciona a la Provincia como un motor clave para la recuperación y el crecimiento del empleo a nivel nacional, estableciendo una relación causal directa entre la salud del turismo provincial y la estabilidad del mercado laboral del país.

El período anterior a diciembre de 2023 vio un crecimiento sostenido en el turismo debido a cambios positivos en la política nacional, superando los impactos de la pandemia y crisis anteriores.

Sin embargo, bajo la nueva gestión nacional a partir del verano de 2024, observamos una profunda regresión en materia turística.

Soledad martínez
  • El anclaje salarial y el anclaje cambiario, dos de los sostenes principales del gobierno nacional, le pegan de lleno al turismo bonaerense: perdimos competitividad por el cambio y el comportamiento heterogéneo que se ve en varias actividades económicas, se replica aquí también.
  • Pocos ganan mucho, muchos pierden mucho: destinos de poder adquisitivo alto se mantienen en niveles altos de movimiento y dentro de destinos como Mar del Plata, el segmento ABC1 es más estable que los segmentos populares.

El resultado ha sido una caída significativa en el consumo, la estadía promedio y la ocupación, todo además agravado severamente por la salida de argentinos al exterior. Algo similar al 2001, según los propios empresarios del rubro.

Las vacaciones de invierno no fueron la excepción: si bien respecto a las vacaciones de invierno de 2024 hubo una leve caída de 0,5% sobre 2023 se desplomó 12,2%.

Ahora, la debacle, se consagra con la caída del gasto turístico, ya que en relación con el mismo período del 2023 la caída del gasto real fue de 20,5%.

El resto del país sufre lo mismo: según datos de la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT), el sector pierde actualmente 10 puestos de trabajo por día, principalmente en destinos del interior, donde los niveles de ocupación no alcanzan el umbral de rentabilidad. Para el segundo semestre, las expectativas siguen en baja. Sin un repunte del consumo ni una estrategia nacional coordinada, el sector hotelero proyecta otro semestre con caída de demanda y pérdida de empleo.

Mientras nuestro gobierno provincial se esfuerza por fomentar el turismo durante todo el año, desarrollando y promocionando destinos, y fortaleciendo la cadena de valor turística a través de la inversión, las políticas nacionales actuales están teniendo un impacto negativo en el turismo interno.

Observamos con preocupación cómo se desprecian las políticas de fomento del turismo interno, el turismo social, y cómo se promueve el turismo internacional mediante políticas cambiarias que desfavorecen la actividad local.

Como destacado, vale mencionar que en junio de 2025, los ingresos de turistas al país bajaron 4,3% interanual (llegaron menos turistas a gastar aquí, por decirlo de algún modo) y las salidas crecieron 28,6%, (argentinos que se llevan sus dólares afuera) con un saldo negativo de 325.000 viajeros. (Al cierre de este artículo, aún INDEC no ha publicado las estadísticas de julio, pero se estima que serán mucho peores dado que es el mes de las vacaciones de invierno en nuestro país).

Además, la desregulación de la actividad y la eliminación de obras públicas clave para el sector -como rutas-, obstaculizan el desarrollo y la accesibilidad de nuestros destinos.

En resumen, el gobierno nacional se ha desentendido por completo de sus obligaciones para con el turismo interno, pero también para atraer turistas internacionales, ya que se insiste, con este tipo de cambio, la Argentina perdió todo tipo de competitividad con los países vecinos, pero también con Europa y USA.

El ejemplo de Provincia de Buenos Aires

Como contracara, desde el gobierno provincial, se continúa trabajando como desde el 11 de diciembre de 2019, y con todo el viento del gobierno nacional en contra. Primero lo nuestro, nuestro turismo bonaerense.

El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires ha respondido a la ausencia del Estado Nacional, como escudo y red: con inversiones estratégicas y sustanciales en infraestructura turística y conectividad vial. La inversión total destinada a este fin asciende a $30.519 millones, lo que ha resultado en la creación de 2.039 puestos de empleo.

Estas obras incluyen mejoras cruciales en rutas provinciales como la 56 y la 11, fundamentales para el turismo de sol y playa, así como la construcción de circunvalaciones en la ciudad de Mar del Plata y la restauración de la Rambla de Mar del Plata, con una inversión de más de 7.000 millones de pesos, la mejora de la Ruta 88 entre Mar del Plata y Miramar, y el acceso a Bahía San Blas.

Además de la infraestructura vial, el gobierno provincial invierte en la mejora de espacios públicos como parques, campings y balnearios. Esta inversión pública, dirigida específicamente a la infraestructura turística, actúa como un catalizador directo para el desarrollo local. Demuestra una estrategia gubernamental proactiva orientada a crear un entorno propicio para el crecimiento del sector privado y la generación de empleo. Esta relación de causa y efecto, entre las políticas implementadas y los resultados tangibles de desarrollo, es evidente, especialmente al priorizar sitios no tradicionales, lo que sugiere una estrategia deliberada para diversificar y extender los beneficios del desarrollo más allá de los centros turísticos ya establecidos.

Otro de nuestros destacados como destino, son las celebraciones locales, las tradicionales fiestas populares, que nuestro gobierno provincial acompaña financieramente para su desarrollo, ya que no solo son identidad, cultura y comunidad, sino que promueven el crecimiento económico local y se convierten en el diferencial del destino que lo hace único.

Es fundamental que se reconozca la importancia del turismo interno como un pilar para las economías regionales y como fuente de empleo de calidad. La inversión y las políticas públicas que protejan a los trabajadores y promuevan el desarrollo local son cruciales para el crecimiento sostenible de nuestro sector.