Durante el Gobierno de Macri entró el discurso de la meritocracia. Ese discurso se monto sobre la creacion de un odio sobre aquellos que reciben alguna ayuda del Estado.

Siempre dijimos que esforzarse, trabajar, prepararse y hacer méritos es condición necesaria, pero no suficiente. No es el mismo punto de partida para muchos pibes y pibas. Por eso siempre pusimos un asterisco a esa lógica planteando que el Estado tenia algo que hacer ahí.

Tenemos el caso de muchos personajes sin talento, de poco mérito que ocupan lugares de trascendencia por ser “hijos de” como el hijo de Mauro Viale o la nieta de Mirta Legrand.

Pero este gobierno da un paso más. Ya no es tampoco la lógica tramposa del mérito y el sacrificio. Ahora la moda es ser vivo, hacer la guita fácil, la ventajita.. como dijimos acá, la logica de ser un hijo de puta. Esa es la filosofía de este gobierno.

Particularmente en esta ocasión, el más vivo fue el presidente, que se fumó 90 millones de dólares promoviendo una estafa piramidal a través de una cripto fantasma.

No se sorprendan ni se quejen, es la lógica que impera, y esta vez el más hijo de puta fue el propio presidente.

Ahh, ante la justicia tendrá que responder porque más allá del eufemismo, como dijo el gobernador, constituye un delito.